
Con una pelota de volley en una mano y mi vida en la otra, hace unos días me dí cuenta de que, sin darme cuenta, estaba viviendo lo más maravilloso que podía ocurrirme...
Por primera vez en mucho tiempo, vuelvo a sentirme... LIBRE.
Nunca perseguí la gloria ni dejar en la memoria de los hombres mi canción; yo amo los mundos sutiles, ingrávidos y gentiles como pompas de jabón. Me gusta verlos pintarse de sol y grana, volar bajo el cielo azul, temblar súbitmente y quebrarse.
1 comentario:
Donde estés, sigue libre.
Donde estés, quiéreme libre.
Donde estés... seamos libres.
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