
Camino, sigo caminando.
Sigo aquí, no he desaparecido.
Mis huellas continúan marcando la arena cuando camino. Mi cuerpo sigue con vida, soy materia, materia que pesa.
Pero no sé a dónde van esas huellas. La veo tras de mí ¿fui yo quien las dejó? ¿fueron mis pies quienes perturbaron la perfecta arena, para pasar yo por encima? ¿por qué, por qué molesté esa tierra,por qué escogí ese camino? Veo las huellas incrustradas tras de mí, como un espejismo. Pues mi cuerpo parece haber perdido hoy la fuerza con la que un día caminó, imprimiendo esas marcas, eternament sobre la pura arena.
Y el tiempo en que las dejé ya pasó, y no volverá. Y parece que se me escapa, el tiempo. Y quiero hacer mil cosas...y quiero caminar, de vez en cuando hasta aquí, para dejar mis insignificantes huellas en este mi antiguo, adorado, cultivado jardín. Ni tiempo, ni pasos que me dirijan hasta aquí, ni a ningún otro lugar.
Pero sigo aquí, no he desaparecido.
Sigo aquí, y recuerdo.
Sigo, y vivo.
¿Hacia dónde dirigiré ahora mis pasos? No tengo fuerzas, un paso más, un paso más... Puedo caminarlos, pero estoy cansada, y no sé adónde dirigir esos costosos pasos.
Caminante, quizás es verdad que no hay camino.
Y mis huellas, ya no pueden hacer camino al andar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario