29 de julio de 2008

Viajes(IV) MI PRIMERA FANTA DE NARANJA


No me gusta la Fanta, ni la coca-cola. Nunca las he tomado. Desde pequeña, yo era la niña que bebía zumo (un clásico: de melocotón primero, de piña al crecer). Ahora, soy la chica del Nestea cuando todos beben coca-cola.

Hoy tomo mi primera Fanta de naranja.
Tengo 2 horas por delante, esperando (siempre sola) en una estación.
Valencia, mediodía. Debo refugiarme del implacable sol.
Me siento en la cafetería
Pido Fanta de Naranja.
Cuestión de economía.

Me siento entre esa recién conocida Fanta, y mi libro. Extrañamente, no leo: canto. Suena música de hace dos, tres, cuatro veranos. La de este verano, no la conozco. Algunas de aquellas canciones parecen despertar un automatismo en mí: mis cuerdas vocales parecen recordarlas. No sé bien cómo ni por qué. Música…en español. Estoy en España
Y canto en voz medio-alta, sola, en la cafetería de una desconocida estación.

Sólo me acompaña, cual fiel vieja amiga, alguien a quien conocía hoy.
Frente a mí, mi compañera de espera, hasta hoy menospreciada, hoy amiga verdadera.

Mi primera Fanta de naranja.


--------------------------------------------------------------------------------------------
Moraleja: Nunca hay que despreciar a nadie, nunca se sabe quién estará a tu lado en los malos momentos, cuando estés solo y necesites a alguien. Quizás quien menos esperas.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Considering the fact that it could be more accurate in giving informations.

Anónimo dijo...

Madre mía, si llego a saber que ibas a estar 2 horas deambulando por estación te habría llevado yo y te habría hecho compañía, la próxima vez avisa, que para disfrutar de una conversación yo siempre estoy dispuesta ;)