A mediados de Julio regresé al "Imperio". Mi habitual aislamiento voluntario (sentenciado y condenado por algunos), esa reclusión en mi misma, en mi propio mundo (que es el que a menudo considero como único verdadero) me habían conducido a un desconocimiento abrumador de lo que, en mi ausencia, ocurría en el "Imperio". El incierto futuro del Imperio solía preocuparme, pero al abandonar este país, en cierto modo, también lo abandoné a su propio destino, o a la ausencia del mismo: a deteriorarse y estancarse sin evolucionar hacia destino alguno... No digo que el Imperio no creciera...pero lo hace quizás desproporcionadamente, deformándose sin seguir un plan lógico, derrochando su expancionismo indireccionado.
Cuando aterricé finalmente en el Imperio, una voz apocalíptica llegó a mis oidos: "¡Crisis!¡Crisis!" Desde entonces no escucho otra noticia:"estamos en crisis".
Las voces de "¡crisis!" reverberan en mi cabeza con eco de "Seldom". "¡Crisis de Seldom!" viene a mi memoria en recuerdo de "Fundación" de Asimov.
Quizás lo que necesitaba este país es una verdadera crisis, que frene su crecimiento amorfo y le haga evolucionar. ¿Es este país capaz de enfrentarse verdaderamente a la crisis, de encauzar el progreso, de evolucionar? ¿O símplemente la sobrepasará, como quien bordea cobardemente un incómodo obstáculo encontrado inesperadamente en medio de un camino recto, en lugar de innovar y emplear talento en buscar nuevas rutas?
En "Fundación" la sociedad elegida, establecida en un remoto planeta, sigue un plan preestablecido por el visionario Seldom según la ciencia de la "psicohistoria". Este plan abarca 1000 años, y conduce al planeta a un punto en el que no hay libertad de acción. El camino escogido externamente para esa sociedad aislada y lejana, se sucederá así inevitablemente según el plan trazado previamente. La sociedad se enfrenta a una seri de crisis, ante las cuales su libertad de acción ha sido análogamente limitada, de forma que sólo queda un posible camino para superarlas. Y estas crisis han sido predispuestas para acelerar y guiar la evolución hacia un "nuevo y más grande imperio". Sin las marcadas crisis, la sociedad evolucionaría lenta e inciertamente. Paradójicamente, gracias a ellas (por prejudiciales que puedan parecer en un principio) la sociedad evoluciona siguiendo una dirección razonada y estudiada, de forma clara y rápida, ensalzando el prgreso y la innovación. La crisis, cual duro empujón del destino, hace que se salten años de ciega oscuridad y falta de liderazgo: forzando situaciones límite, ante las cuales impera la supervivencia y la superación de todas las barreras y prejuicios, marcando una única escapatoria, que encauza el desviado camino hacia la senda del progreso.
El país esta en crisis...y yo pienso en las crisis de Seldom. Dudo de la capacidad actual del país de elegir el camino adecuado. Dudo que un brillante psicohistoriador haya trazado con anticipación milenaria un sabio destino como solución a ella. Dudo que ese visionario pueda encarnarse en algún líder actual... Pero quizás sí era el único punto al cual podía conducir la situación en los últimos tiempos. Y si rechazamos la existencia de un Seldom en nuestro mundo, nosotro sí tenemos libertad de acción. "Estamos condenados a ser libres"...
Espero que la vía de escape elegida para solventar la crisis no sea un mero rodeo para volver al mismo sendero sin destino, sino que, en esta encrucijada, un inesperado y salvador arranque de valor nos lleve a un camino esperanzador, venciendo el miedo a que éste sea totalmente divergente...
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